Cáncer
El Programa Avanzado de Recuperación y Apoyo (PARA) fue elaborado para pacientes afectados con esta enfermedad con el propósito de potenciar al máximo su posibilidad de sanación.
Apoyados en los últimos avances de la Psiconeuroendocrinoinmunología (PNEI), ofrecemos un programa personalizado e integral de necesidades no satisfechas por la medicina convencional, donde la participación del paciente es
vital para emprender el camino hacia la recuperación de la salud.
Ya no existe dudas que los estados emocionales negativos, como el miedo, la angustia, la incertidumbre, entre otros, frente a un diagnóstico considerado para muchos como amenazador de vida, generan mecanismos bioquímicos que regulan procesos fisiológicos que se asocian al avance de la enfermedad.
Nuestro rol protagónico nos hace recordar permanentemente que la salud no debe estar solamente en manos de los médicos sino que los propios pacientes deben implicarse personalmente en el proceso de curación.
Que los pacientes aprendan a utilizar las mejores estrategias para enfrentar a la enfermedad optimizando su respuesta inmunológica es nuestro principal objetivos.
¿Curación o sanación?
El principal objetivo de la Fundación no es la curación del cuerpo sino la sanación del ser en su totalidad. La sanación es un proceso que va más allá de la curación del cuerpo físico. Es un proceso emocional, mental y espiritual sorprendentemente poderoso. Sanar es regresar a nuestro estado de integridad.
Por eso el corazón de la sanación en nuestro abordaje en el Programa Avanzado de Recuperación y Apoyo (P.A.R.A) es atender los diferentes niveles del ser de una persona, sus aspectos físicos, psicológicos, espirituales, sus relaciones, su entorno y las interrelaciones entre todos esos niveles. Cada uno es importante y ninguno puede ser ignorado. Aproximándonos al problema de la enfermedad desde el punto de vista de la persona, de su familia y del profesional de la salud que lo atiende podemos ver cómo optimizar los recursos de curación y autocuración disponibles de modo que el programa médico pueda ser completamente efectivo. Trabajamos para que el paciente se torne resiliente, es decir, que adquiera plasticidad biológica y biopsicosocial frente a cualquier adversidad para salir fortalecido de la misma.
El cáncer no es una condena
La experiencia dice que, cuando un paciente está informado y debidamente entrenado para enfrentar no solo la enfermedad sino sus consecuencias emocionales, su capacidad de resistencia marcará la diferencia en cualquier tratamiento al que deba ser sometido.
Hoy en día, múltiples evidencias científicas muestran que una remisión espontánea es posible. Esta es la primera creencia que un paciente debe adoptar cuando piensa que está condenado por un diagnóstico.
Una estrategia que no construye salud sino que la debilita es aquella que se caracteriza por aceptar el diagnóstico más aceptar el pronóstico, lo que determina un tiempo de sobrevida reducido; contrario a lo que ocurre cuando un paciente acepta el diagnóstico pero no acepta el pronóstico.
Hay muchísimas personas que no han aceptado la imposibilidad de regresar a la salud, y se dedicaron a crearla más allá de haber sido condenados. En 1993, se publicó Spontaneous remission: an annotated bibliography (1) (La remisión espontánea: una bibliografía anotada); este trabajo fue uno de los primeros estudios que dio cuenta del fenómeno de remisiones espontáneas de diversas enfermedades consideradas incurables; centenares de casos debidamente documentados apuntan a la realidad de la capacidad del organismo para responder aun cuando los médicos hayan profetizado que nada se podía hacer.
En nuestra Fundación podemos dar fe y testimonio de numerosos casos de pacientes de cáncer que habiendo sido desahuciados por la medicina, lograron regresar a la salud. La investigación señala el camino de lo que es posible modificar cuando la persona decide entrar en su laboratorio interno, a fin de reforzar la respuesta curativa del organismo.
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