Un Diagnóstico Sombrío
En Colombia, los enfermos de cáncer libran una lucha desigual contra esta enfermedad, pues aunque los planes de beneficios (POS) incluyen paquetes de procedimientos, exámenes y medicamentos para tratarlo, hay dificultad para acceder a ellos debido a las trabas y autorizaciones que les impone el sistema de salud.
Asociaciones de pacientes y entidades que trabajan en el tema se quejan, además, de que los tratamientos contra este mal no son integrales, sino que están fraccionados, es decir, que las cirugías se autorizan en un lugar, la quimioterapia en otro y la radioterapia en un sitio distinto. Los profesionales a cargo de cada cosa rara vez interactúan.
“Lo único que se logra es generar más trámites y desgaste para los pacientes; enfermar de cáncer ya es malo y traumático, pero si se agrega todo lo anterior se convierte en una catástrofe personal y familiar”, dice Claudia Franco, psicóloga de la Liga contra el Cáncer, seccional Bogotá.
Esta profesional asegura que no conoce ni una EPS que no imponga trabas y trámites a estos enfermos, “abundan los casos en los que un familiar tiene que salirse de trabajar para dedicarse a cumplir trámites y a buscar autorizaciones para el tratamiento del paciente”, dice.
Carlos Vicente Rada, director del Instituto Nacional de Cancerología, sostiene que el problema empieza desde el diagnóstico.
“Ante los primeros síntomas, los pacientes consultan con los médicos generales, que son la puerta de entrada al sistema, y se pierde tiempo valioso porque con mucha frecuencia interpretan distinto. Muchos de ellos no tienen en la cabeza el tema de los males crónicos. Eso desemboca en diagnósticos y tratamientos equivocados”, sostiene Rada.
Si a eso se suman las trabas y las dificultades para lograr a tiempo una cita con el especialista o la autorización de exámenes especializados, lo normal es que la gente reciba diagnósticos tardíos. Según Rada, por lo menos seis de cada diez colombianos con cáncer empiezan el tratamiento cuando su enfermedad ya está en fases avanzadas.
Se suma otro inconveniente: el 60 por ciento o más de los medicamentos oncológicos que existen para tratar este mal están por fuera del POS. Cuando un paciente requiere uno de los fármacos excluidos, debe esperar a que los comités tecnicocientíficos de las EPS analicen el caso y recomienden darlo o negarlo.
“Mientras tanto se pierde un tiempo demasiado valioso; en la pelea contra el cáncer, los pacientes colombianos están en condiciones de desigualdad”, afirma Rada.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, en el 2005 se expidió la Ley 972, mediante la cual se buscaba que los colombianos afectados por enfermedades catastróficas, como el cáncer, contaran con tratamientos oportunos e integrales.
“Ya han pasado 38 meses sin la reglamentación correspondiente al artículo tercero de esa norma, por lo cual no se aplica y se desconocen las condiciones de integralidad con que EPS y Direcciones Territoriales de Salud deben tratar a estas personas”, sostiene la Defensoría.