Friday, October 16, 2009

Unas 6.000 mujeres murieron de cáncer de mama en 2007 en España


Unas 6.000 mujeres murieron de cáncer de mama en 2007, según la Asociación Española contra el Cáncer

EFE - Madrid - 15/10/2009



Una de cada tres españolas en edad de riesgo de sufrir un cáncer de mama, entre los 50 y 65 años, no se hace las mamogrfías recomendadas cada dos años para descartar la enfermedad o conseguir un diagnóstico precoz, que reduce un treinta por ciento la mortalidad de las afectadas.
Sólo en el año 2007 fallecieron por este tumor en España cerca de 6.000 mujeres, lo que le convierte en la primera causa de mortalidad por cáncer en la población femenina. Así se desprende de un estudio realizado por la Asociación Española contra el Cáncer (Aecc), presentado hoy junto con siete sociedades científicas en rueda de prensa, ante la celebración el 19 de octubre del Día contra el Cáncer de Mamá, que, como cada año, iluminará de rosa los principales monumentos de las ciudades.
Este tipo de cáncer es el más frecuente en la mujer, con una incidencia anual de unos 16.000 casos en España, el 30 por ciento de todas la patologías oncológicas femeninas, ha informado Isabel Oriol, presidenta de la Aecc.
Aproximadamente, una de cada ocho mujeres presentará esta enfermedad a lo largo de su vida, aunque la supervivencia ha mejorado "notablemente" en los últimos veinte años.
El doctor Ismael Herruzo, de la Sociedad Española de Oncología Radioteápica (SEOR), ha hecho hincapié en que la detección precoz y la mejoría de los tratamientos, ha permitido que la supervivencia a los cinco años del diagnóstico sea del 80 por ciento en este país.
Diagnóstico precoz
Aunque el diagnóstico precoz es la mejor medida para luchar contra esta enfermedad, según los expertos, el estudio realizado por la Aecc confirma que el 33 por ciento de las mujeres no acuden a las pruebas recomendadas.
El informe revela las causas por las que las féminas se olvidan de las mamografías, entre las que destacan la falta de accesibilidad a los programas de cribado, la deficiente atención al usuario, los problemas de citación y recordatorio así como los horarios, ha precisado Vicente Guillem, miembro del Comité Técnico de la Aecc.
Variables como la edad y la cultura influyen en esta actitud, ya que acuden más a las mamografías las mujeres jóvenes y cultas que las adultas y con menor formación.
El miedo a la posibilidad de sufrir un cáncer o la percepción negativa que se tiene de esta prueba, "sencilla y que generalmente no es dolorosa", según el doctor, son otros factores que retraen a la población femenina.
Las mujeres alegan también problemas en el ámbito laboral, por ejemplo, las dificultades que encuentran para ausentarse de su puesto de trabajo y acudir a los programas de cribado.
La presidenta de la Aecc ha hecho un llamamiento a las Consejerías de Sanidad de todas las Comunidades Autónomas para que faciliten y promuevan estas pruebas en los servicios sanitarios. Benjamín Abarca, de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), ha recordado que cada mujer puede reducir su riesgo de forma individual con "pequeños cambios" en su estilo de vida.
En este sentido se ha referido al abuso del alcohol y el tabaco, a la obesidad y a la necesidad de tener una dieta adecuada y practicar ejercicio diario, al menos treinta minutos cinco veces a la semana.
Ha recordado que las féminas con antecedentes de cáncer de mama en la familia, que no hayan tenido hijos o los hayan tenido tarde, con menstración precoz o menopausia tardía parecen tener una mayor predisposición de sufrir esta dolencia oncológica


 
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