Los descubridores de un mecanismo biológico relacionado
con el cáncer, reciben el Nobel de Medicina
Los investigadores Elizabeth Blackburn, Carol W. Greider y
Jack Szoztak descifraron el enigma de cómo los cromosomas se
copian sin errores en el proceso de división celular,
gracias a los telómeros de sus extremos
EL PAÍS - Madrid - 05/10/2009
El Instituto Karolinska de Stokolmo, Suecia, ha premiado
este año con el Nobel de Fisiología o Medicina a tres
científicos (dos mujeres y un hombre) que resolvieron uno de
los grandes enigmas de la biología: cómo, durante la
división celular, los cromosomas son copiados íntegramente y
qué mecanismos moleculares actúan para protegerlos, es decir
para mantener su integridad, sin que se produzca la
degradación de los mismos. Los hallazgos galardonados están
íntimamente relacionados con los mecanismos del cáncer y el
premio reconoce que los autores han abierto vías a nuevas
estrategias terapeúticas.
Los premiados (Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y
Jack W. Szostak) trabajan en distintas instituciones
estadounidenses, aunque la primera nació en Australia y el
último, en Reino Unido. Cada uno de ellos recibirá el
próximo mes de diciembre el honor más importante del mundo
en ciencia y un tercio de la dotación del premio total
(980.000 euroes). La respuesta que han encontrado al enigma
de la copia correcta de los cromosomas está en los extremos
de los mismos, en los telómeros, y en la enzima telomerasa.
Las moléculas de ADN, la larga cadena formada por letras
químicas que contienen los genes, están empaquetadas en
cromosomas y los telómeros son los extremos de cada uno de
ellos, explican desde el Instituto Karolinska en su
comunicado. Blackburn y Szostak descubrieron que una única
secuencia de ADN de los telómeros protege al cromosoma
impidiendo su degradación cuando se copian en el proceso de
división de las células.
De nuevo Blackburn, junto con Greider, identificaron a
continuación la telomerasa, la enzima que forma los
telómeros.
Este mecanismo molecular es esencial porque si los telómeros
se acortan, se produce el envejecimiento de la célula,
mientras que una actividad alta de la telomerasa hace que la
longitud de los telómeros se mantenga y se retrasa el
envejecimiento celular.
El hallazgo está íntimamente ligado al cáncer, porque
precisamente las células cancerosas no envejecen nunca, es
decir, viven eternamente.